Entradas populares

viernes, 19 de diciembre de 2014

¡YO ELIJO!

por Julio Caballero 

Bandera del Perú 

Cuando era niño, hace más de medio siglo, mis padres eligieron un gran colegio, en el profundizaron las enseñanzas que recibí al interior de mi hogar, me quedó claro que para la pacífica convivencia es imprescindible aceptar reglas entre los pares. Desde el principio nos enseñaron que cada uno tiene un lugar físico, que cómo lo cuidemos y atendamos, nuestras vidas serán más cómodas y organizadas. Casi simultáneamente mientras nos enseñaban a leer y a escribir nos mostraban lo importante que es aceptar nuestros deberes.
Qué gran sorpresa, al aceptar nuestros deberes nuestros derechos vinieron solos!

Si pues, mi infancia se desarrolló entre la felicidad de tener una maravillosa familia y gozar de una sólida formación académica. Si era un colegio de ricos? No, no lo era, era un colegio organizado, con pautas de desarrollo que inicialmente las monjas compartían con nosotros y luego los curas consolidaron.
Nada me hace más orgullos que declarar mi alegría de haber sido parte de la formación Marista que el Colegio Champagnat de Miraflores me dio. Las normas no se discutían, y a quien no le gustaban se les invitaba a reconsiderar, si no querías reconsiderar se te invitaba a cambiarte de colegio, así de llano y sencillo. Mi educación continuó en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, no saben qué cambio, pero ese será otro tema a tratar.
Esa enseñanza, tremenda por decir lo menos, me forjó. Me quedó claro que podemos escribir las mejores leyes del planeta, pero si no las acatamos son letra muerta. Que es posible que no nos guste la ley, claro que es posible.  La ley es un tirano que se mete en nuestro lugar, simple, el otro lugar es otros, cada uno tiene el suyo.

Entonces la reflexión me lleva a otro nivel: cómo se inventan las leyes?
Hay muchas formas de diseñar leyes, pero todas tienen el mismo punto de partida: la tradición.  
La tradición que se pasa de generación en generación no es otra que la aplicación de normas morales que hoy las vemos como naturales y que podemos cuestionar hasta el hartazgo pero que en los inicios de la humanidad eran máximas para coexistir.

En mi caso esas normas morales son los “10 mandamientos”, sí, esos que ya casi nadie estudia y si los estudiaron alguna vez hoy ocultan su valor. Como si los avergonzara. Pues nada, de esos mandamientos salieron leyes tan importantes como no matar, no mentir, no inventar falsos testimonios, amar al prójimo, respetar a las instituciones, etc., Esas leyes, gracias al desarrollo social han sido adaptadas a las circunstancias del momento, si matas, hay variantes que te hacen más o menso culpable, hay agravantes o atenuantes, por poner un ejemplo evidente. No es lo mismo cuando nos pescan mintiendo, o levantando falsos testimonios o haciéndonos los “vivos” por cometer adulterio, etc., vamos alejándonos de las normas morales, las estamos convirtiendo en no importantes, siendo las más importantes, como veremos en este modesto análisis.

Nos hemos “liberado” del mandato de la moral. Hoy es difícil sostener una conversación con alguien sin que tengas que ser “castigado” por creer en algo que consideras superior. No es posible, si quieres ser parte del mundo “civilizado” que creas en un Dios.
En fin, entrando al tema, mi pretensión es llamar la atención de todos aquellos que se quejan de cómo estamos para que se tomen un momento en su agitada vida, sea o no, para que entremos a desarrollar una reflexión que el Perú pide a gritos: Cómo organizarnos para ser mejores.
Esa respuesta es inmensamente difícil, pero mientras no lo pensemos y por lo menos lo intentemos, no lograremos algún tipo de objetivo, generando más desgaste y caos.
Tomaré un ejemplo que a todos nos toca. El voto femenino no fue siempre, como lo es hoy, ese fue un deber ganado, lo que muchos dirán la “mujer ganó su derecho a votar” y cometerán el error de siempre.

Los derechos son el argumento del que no tiene argumentos para liberarse de sus deberes. Me explico, hace unas líneas arriba les hable de mi formación, de mi familia, del colegio, de la universidad, de mandamientos, de normas morales, de leyes. En cuál de esos dichos alguien leyó “derechos”
En ninguno. No solemos hablar de derechos los que tenemos formación familiar y académica, hablamos de lo que podemos hacer para ayudar a nuestra comunidad y permitimos que la colectividad tome sus decisiones en armonía, “jalamos” para que nos consideren pero toleramos las ideas de todos los demás, por eso tenemos que asumir los excesos que se producen, aún cuando no sean generados por nosotros, los permitimos.

Entonces, si nos hemos sintonizado correctamente, podremos inferir que la búsqueda de leyes para que nos conduzcamos con propiedad social debe nacer de la voluntad de servir y para servir con propiedad debemos hacer que nuestros deberes marquen la pauta de nuestros pasos.
Si finalmente estamos de acuerdo debiéramos empezar por la pregunta de rigor: hemos leído, aunque sea por curiosidad la constitución del 93? Tenemos alguna idea de por qué es como es? Sabemos que la Ley de leyes es un compendio de deberes que garantizan nuestros derechos y no al revés? Los invito a instruirse y a leerla, luego de leerla a consultarla y finalmente a respetarla. En la Constitución, que es consecuencia de la necesidad del pueblo peruano de conducirse apropiadamente, encontramos respuestas a todas nuestras obligaciones y necesidades. Insisto en el punto porque después de leerlo no hay marcha atrás, seremos responsables de nuestros actos.
La Constitución del 93 es el resultado de una necesidad imperiosa de ordenarnos con respecto a la realidad propia no respecto a los dictámenes que normas extrañas a nosotros que por muy modernas que fueran en su momento, no solucionaban ni de cerca los requerimientos del país, tal como la historia lo ha demostrado.

La constitución del 79/80, ejemplo de arreglos políticos entre el APRA (Alianza Popular Revolucionaria Americana, después convertida en el Partido Aprista Peruano pues no podía candidatear una institución no peruana[?]), el Partido Popular Cristiano, PPC, y todos los micro gritones de la izquierda recalcitrante, en que se imponen criterios anacrónicos, ya superados en casi todo el mundo, no consiguió ser más que el vivo ejemplo de lo que pasa por entrar al “toma y daca” político, por encima de lo que requería el país. Solo por comentar, esa constitución fue remitida a Palacio de Gobierno, donde residía el dictador de turno Francisco Morales Bermúdez Cerruti, quien en un vano intento de corregirla “sin éxito”, impuso disposiciones transitorias, que como todo lo que pasa en el Perú se volvieron definitivas. Eso para que vean cómo defendieron los “demócratas” a  “su” constitución.

Más de cuatrocientos artículos que lo único que consiguieron fue la utilización abusiva de los recursos económicos por unos pocos, la destrucción de la clase media del Perú y la completamente injusta repartición de la riqueza entre los peruanos. El modelo social de mercado que se impuso afiliado al pensamiento social demócrata impuesto por el APRA fue demoledor.
Se convoca a elecciones, el viejo líder del APRA Víctor Raúl Haya de la Torre murió el 79, el PPC, partido de los “ricos” no estaba preparado, sólo tenía presencia en Lima y los de izquierda se mataban entre ellos. Quién gana esas elecciones: Fernando Belaunde Terry, no aprendimos nada de los 60s. Volvimos por más. Precisamente el partido que no quiso participar de la Asamblea Constituyente del 78, cálculo político, que le dicen.

En un golpe de suerte el ministro de Economía del régimen militar nos dejó 1250 millones de dólares de reservas, el precio del cobre subió. Y eso recibió Acción Popular de “caja”. Este partido en un alarde de incapacidad, que pagan hasta hoy, sus representantes más saltantes son Victor Andrés García Belaunde y Yonhy Lescano, creo que con eso se describe todo, no supo adecuarse a la novísima Constitución y el APRA y la izquierda le pasaron la factura.
El APRA expertos en gobernar desde la calle, no participó del “Gobierno de Ancha Base” convocado por el Sr. Belaúnde y la izquierda le dio todo el soporte ideológico posible a quienes después conoceríamos como: “Por el Luminoso Sendero de José Carlos Mariátegui Partido Comunista del Perú” o sea, Sendero Luminoso – PC del P.  Con los tenebrosos resultados de matanza y destrucción que dejó el terrorismo en el Perú.

El gobierno fue incapaz de reaccionar, los calificó de un grupo de abigeos y desplazó a las Fuerzas Armadas, sin entrenamiento alguno, a “controlarlos” ocasionando las cientos de fosas comunes que se han encontrado al interior del país. Ojo no acuso, expongo. Esas fuerzas del orden eran entrenadas con manuales de la segunda guerra mundial, eran entrenados para enfrentar una guerra convencional y Sendero no se enfrentaba, se mimetizaba, se escondía entre los habitantes de los pueblos alto andinos.
El desastre dejado por Belaúnde nos condujo a otro peor, quizá el peor de la historia Republicana, el gobierno del Partido Aprista Peruano liderado por Alan García Pérez del 85 al 90. El líder del APRA verdadero líder político, tuvo todos los elementos constitucionales y legales para hacer el mejor gobierno que el Perú pudiera haber visto.

Alan ganó en primera vuelta electoral, su oponente Alfonso Barrantes Lingán de la “Izquierda Unida”, declinó a competir, aún cuando la ley electoral no lo contemplaba, pero los políticos “aceptaron” la declinación porque eso “ayudaba” al Perú y “evitaba un gran gasto”, y empezó la danza.
El joven Presidente, apenas de 35 años, entró cargado de la doctrina social demócrata, imbuido de la enseñanza francesa de lo que es el socialismo francés, lleno de ímpetu, arrollador, casi omnipotente, hizo arreglos con el empresariado, trató de controlar a la hipócrita izquierda y se consolidó al interior de su partido. Sendero seguía “liberando” zonas y las fosas comunes seguían creciendo. Hasta que la economía no pudo más, nos “comimos” las pocas reservas que teníamos pues el asistencialismo de Belaúnde se profundizó con la gestión García y los empresarios se llevaron su dinero del país. Debíamos a todo el mundo y lo que es peor no le pagábamos a nadie, nos volvimos una especie de apestados.

En el año 87 el Primer Ministro Abel Salinas intentó recomponer la economía del país, pero ya era tarde y no lo dejaron sincerar cifras, se dilató la agonía. Se hizo un nefasto intento de estatizar la banca y con ello los pocos capitales que había terminaron por irse. La inflación era de 7 dígitos y Sendero entró a Lima con su guadaña de muerte en las manos. Coches bomba, asesinatos selectivos tanto de ellos como del otro grupo terrorista Movimiento Revolucionario Túpac Amaru (MRTA) quien estaba compuesto de un grupo disidente de la juventud aprista de ultra izquierda y que contó con la “vista gorda” del gobierno.

El Perú era un caos, no porque yo lo diga sino que las cifras así lo definen. Había caos económico ya está descrito, había caos social, no solo porque los movimientos terroristas nos estaban destrozando, sino porque el movimiento sindical capturado por la izquierda “legal” paralizó a las pocas empresas productoras que teníamos, desde mediados de los 70s no se desarrollaba proyecto minero alguno, no creció la frontera agrícola y la industria, como ya dije, decreció.

Fuente: El Comercio: Una Historica devaluación: 25 años del Inti.  Diciembre 31 2010.

García terminó su gestión dando manotazos de ahogado, rodeado de corrupción por todos los niveles que se quisieran analizar, su partido se disgregó, la población estaba entre dos fuegos: la Hiperinflación y el terrorismo, el estado había abandonado a su territorio incapaz de hacer frente al enemigo, no había dinero ni para comprar balas, las comisarías eran atacadas todos los días, asesinados los policías abandonados a su suerte.
Estábamos acostumbrados a que no hubiera fluido eléctrico después de las 6 de la tarde, que no hubiera agua casi a esa misma hora, que sonara la explosión de un coche bomba tan cerca que sentíamos la explosión. Los centros de abasto alimentario, de todo nivel no tenían existencias, no por lo menos para todos, habían “recomendados” que siempre estaban abastecidos.
Me olvidaba, se implantó en varias ocasiones el estado de emergencia en Lima, eso significa que había Toque de Queda, que a partir de un horario nadie debía salir de sus casas, desde las 7 pm hasta las 6 am en alguna oportunidad.
Leo lo que pongo y suena apocalíptico, pero no hay otra forma de escribirlo sin faltar a la verdad, el Perú estaba perdido.

Las elecciones de 1990 eran inmensamente esperadas, el mundo empresarial se dio cuenta que sus intereses estaban seriamente amenazados, las casta política perdió su oportunidad de demostrar que era más grande que los problemas que el país tenía, los dos partidos más importantes del Perú Acción Popular, por su incompetencia, y el APRA por su arrogancia, no pudieron controlar ninguno de los problemas que el país tenía, los profundizaron y si alguien hubiera pretendido hacerlo, la Constitución no se lo permitía, si se hubiera allanado el camino para que se pudiera, el terrorismo nos había mellado profundamente. Tal vez lo único bueno que nos hizo el terror es que nos unió tras de la bandera a todos, el país se dividió en dos bandos: los aterrados ciudadanos amantes de la paz y la izquierda “legal” que apañaba al terrorismo creciente con su doble discurso, “no aceptamos al “conflicto armado interno”, pero debemos comprender las causas que lo componen”.  Eso el terror lo aprovechó intensamente.

Como decía las elecciones fueron muy esperadas pero con desprecio por los representantes políticos indiferentes al dolor ciudadano e inconsecuente con la necesidad y la propuesta.  Entonces aparece Mario Vargas Llosa inflado por ese empresariado asustado con los acontecimientos y financiado por ellos , bendecido por el Cardenal Vargas Alzamora. Todo estaba listo y en las elecciones sucedió lo impensado, apareció un ingeniero, de origen japonés, absolutamente desconocido, subido en un tractor ofreciendo “honradez, tecnología y trabajo”.

Vargas Llosa no fue elegido en primera vuelta, “humillado” por los peruanos en el primer vuelo a España se fue del país y tuvo que ser “convencido” por el Cardenal, quien fue tras él, para que nos perdone, volviera y diera la “batalla” en segunda vuelta, que todos los que se dispersaron votando por los partiditos, ahora votarían por él, que su lista de “insignes peruanos” era mejor que la del “chinito”.
Perdió.
Fuente: ABC: "Vargas Llosa pide a las democracias occidentales que rompan sus relaciones económicas con Lima." Abril 13 1992. 


Fuente: Archivos Alberto Fujimori en la Sierra

Alberto Fujimori, al igual que Velasco y luego Alan García nunca fue una propuesta, siempre fue una consecuencia y mientras la casta trasnochada de los políticos peruanos no lo entienda, será la aspiración de la mitad de los peruanos que preferirán el pragmatismo del “Chino” que les dio vías de acceso, tranquilidad social, fronteras en paz, eliminación del terrorismo, moneda estable, estabilidad económica, acceso al mundo, mínima inflación, reducción de producción de hoja de coca, colegios, programas sociales de ayuda, disminución de la carga del estado, crecimiento empresarial, etc. Y todo ello por la dación de una Ley de leyes, no cambiada por los sucesores a pesar de todas las amenazas vertidas en campaña, la Constitución del 93. Hoy el Perú es viable y tiene ingentes reservas económicas.



Fuente: Archivos Alberto Fujimori. Huaicos y desbordes en la Sierra. 

Mientras eso no sea superado, la gente seguirá apoyando al encarcelado ex Presidente, no importa todo lo que se diga de él, el recuerdo en la mente del ciudadano no se borra por decreto, es trabajo de los políticos recuperar prestigio, siguen dejando pasar la oportunidad enfrascados en pleitos de café que no harán que los veamos como opción mientras el Perú se empieza a desgastar nuevamente y empiezan a haber síntomas que nos recuerdan el pasado tenebroso!

1 comentario:

  1. Exacto reflejo de los años vividos. Sin cambios y con la corrupción imperante, nada hará cambiar el pensamiento "chino". Los "políticos" perdieron su norte, el Perú. Y ahora ya ni políticos, cualquiera accede a una curul, con el deseo de enriquecerse rápidamente. No están formados, ni por el hogar, ni la escuela y mucho menos la universidad. LO peor, tienen el ejemple de los gobernantes.

    ResponderEliminar